Y entonces sientes las
ganas inmensas de escribir, de decir lo que sientes, de escribirlo porque si no, estallaras y todos pensaran que estás loco si lo haces.
Entras en tu cuarto, te
sientas en frente de tu escritorio, tomas papel, lápiz y lo primero que te viene
en mente es: ¿cómo empezar a narrarlo? ¿Cómo empiezo a escribir y darle
sentido a mis sentimientos que solo se describen con palabras sueltas y sin
sentido?, ¿cómo ensamblarlas y darle una forma entendible?, desahogarme de una
manera “sana”, como dirían mis amigos…
Sin darte cuenta empiezas
a escribirlo, tus dedos empiezan a mover el lápiz mientras tus pensamientos se
agrupan creando una línea de palabras que tus dedos reconocen como música y
danzan plasmándolas sobre el papel que instantes antes se encontraba en blanco.
Poco a poco toda esa ira,
todo ese rencor, dolor, pena, angustia, dolor, ira, rencor, dolor, dolor,
dolor, ira, rencor y dolor… van desapareciendo lentamente tras cada línea que
tu lápiz termina mientras danza sobre el papel, sientes que de a poco el nudo
en tu garganta se desata, que te descongestionas y respiras de nuevo, lento,
poco, pero respiras…sientes que de nuevo puedes caminar, puedes mover tus
brazos, puedes mirar y oír de nuevo tus canciones como lo hacías antes y te
gustan nuevamente, puedes relajarte. No, aun no sonríes pero puedes sentir,
puedes respirar, puedes seguir viviendo, soportando, sobreviviendo.
Sabes que el dolor vence
todos los días, toda la vida, pero también sabes que puedes volver a escribir
al final del día y despertar para sobrevivir al día siguiente, puedes dejar que
tu lápiz baile entre tus dedos sobre el papel y descongestionarte nuevamente
todos los días, después de que el dolor venza. Puedes volver a respirar, poco,
pero respirar de nuevo por las noches mientras esperas la hora de luchar, de
sobrevivir…
Cuando te das cuenta que
el espacio en blanco se va terminando y tu mente no puede seguir ensamblando
palabras, cuando ya no cabe ni un solo punto en la hoja y la música termino
para tus dedos. Vuelves a limitarte en los pensamientos, las palabras vuelven a
soltarse y a carecer de sentido. Te estás durmiendo, los términos escasean y
solo se van repitiendo en tu mente mientras todo se vuelve oscuro y menos
nítido, no hay otro color más que el negro, no hay melodía más que el eco de
palabras sueltas vueltas susurro…
Dolor…cansancio, sueño,
descanso, hola…adiós.
Me encantó 😍 eres buluminantemente fantástica mi amor ❤ cada letra me lleva a otro planeta 🌍 ♥ nunca drjes de escribir 📝 ♥️🌻 tus palabras marcan tiempo ⏳ y desnudan corazón ♥
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