Seguidores

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Musa

La añoranza…dolor, estúpido sentimiento que te debilita y destruye el corazón y el alma fragmentándolos en miles de pedazos, los cuales tal vez se vuelvan a unir pero dejan cicatrices, imborrables…

Maldita distancia que no me permite tocarte, malditos sean los kilómetros que nos separan, no puedo decirte todo lo que siento, simplemente las palabras me parecen muy poca cosa en comparación de lo que mi cuerpo puede demostrarte, mis acciones esperan casi desesperadas por mostrarse y deleitarte con todo el amor que irradiará mi corazón una vez que estés aquí, conmigo, en mis brazos.

Mis brazos necios que una vez que te tengan no te soltarán, ¡Dios mío! ¿Será posible que éste dolor de mi cuerpo no cese hasta poder sentirte conmigo? Así como tú me pintas en tus pensamientos, con recuerdos y alucinaciones, así yo te pienso, así yo siento que cada segundo que pasa se vuelve más letal que el que acaba de pasar, tal vez no creas mis palabras, tal vez mis “te amo” no basten, no se lean muy convincentes, pero las letras no pueden demostrarlo todo, no si uno no quiere, no si uno no puede, no si como en mi caso, las palabras no bastaran para describir los sentimientos más profundos del alma.

Tal vez no creas que te amo pero yo lo creo y una vez que te encuentre en mis brazos te lo haré creer. No, no hablo de sexo, no hablo de coito, hablo de amor, hablo de ese sentimiento hasta ahora con infinitas definiciones y ninguna lo suficientemente grande para describirlo con exactitud, o al menos no describe aun lo que mi cuerpo siente cuando mi mente piensa en ti y mi alma me sacude tratando de salir de este conjunto de carne, hueso y sangre para volar junto a ti.

El tiempo, otro factor ¿influyente?, no lo sé, no sé ni siquiera que es esto que escribo, tal vez sea por la desesperación que me provoca el no saber de ti en este momento, tal vez sea la desesperación de no verte, de no poder recordarte que tan fuerte es este afecto que siento hacía tu persona, tiempo…horas, minutos, segundos…No, meses, no…año….años…

Mi razón, mi lógica se burla en mi cabeza de mis pensamientos y de mi desesperación, pero no quiero hacerle caso alguno, no quiero y no lo haré, no quiero perder el hilo, sé que ya lo perdí pero prefiero pensar que no, “me vuelves loca”, te lo he dicho y me lo has dicho, pero ahora enserio…me vuelvo loca, loca sin poder hacer absolutamente nada, loca pensando en que estarás haciendo, que estarás pensando…y de nuevo la voz de la razón en mi cabeza con su risa burlona, pero no te preocupes, la ignoro siempre, no me importa.

Leo y releo nuestras largas, muchas veces cursis y apasionadas conversaciones buscando consuelo,  no sirven de mucho pero sirven para recordarme constantemente que en algún lugar del mundo estás tu, una persona que me desea tal cual soy, alguien que me acepta con mis errores, los cuales muchas veces yo misma no los soporto. No puedo dormir, pienso en ti, musa de mi inspiración, no tengo nada más que hacer y no quiero hacer otra cosa que pensarte, imaginarte aquí a mi lado y susurrarte en mi desolada realidad que te amo más que a mi propia vida. Musa mía, ¿Dónde estás? ¿Dónde puedo encontrarte en este momento de agonía? Eres la única capaz de curarme esta herida dolorosa que se produjo luego de un tiempo sin hablarte, solo tú me puedes salvar de la muerte ahora, porque ahora tú eres mi vida.

Siento que esta agonía sin ti terminará pronto, pero terminará conmigo más que otra cosa, estoy perdiendo la cordura, muchas veces me descubro a mí misma hablando sola en las noches, miento, todo el día a cada rato hablo contigo, musa mía, sí, mía y de nadie más. No soy capaz de verte siendo de alguien más que no sea yo, no tengo la capacidad de pensarte en los brazos de nadie que no sean los míos, sonrío al verme desesperada hundida en estos celos que me ciegan muchas veces y me hacen ser egoísta hasta contigo, musa, soy celosa, lo admito y mi celo es enfermizo, siento celos incluso de la ropa que traes puesta porque ellas tienen el privilegio de abrazarte completa sin siquiera ser camufladas y yo aquí sin saber nada de ti…

Hay tanto que quisiera decirte, hay tanto que quisiera expresarte, tengo tanto que mostrarte, estas lagrimas caprichosas que no quieren volver a mi interior o quedarse dentro son una más de las manifestaciones de mi carne gritando por la tuya, pero de nuevo la razón se ríe en mi mente y nuevamente es ignorada por los sentimientos que inundan mi cuerpo.


Las líneas de esta hoja esperan sedientas, más mi mente cansada, siendo las tres y cuarenta y seis de la madrugada del siete de noviembre del dos mil trece, en la ciudad de Caaguazú, en el Barrio San Lorenzo, en mi casa, en mi cuarto, en mi cama. Desea cerrarse a la realidad y abrirse a los sueños donde moriré a medias en los brazos de Morfeo quien tal vez me haga soñar una vez más y tal vez despierte como la mayoría de las veces, bañada en sudor y con miedo, con las pupilas dilatadas y luchando por una bocanada de aire. Buenas noches, musa…


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La Chica De Los Cuentos Cortos

  Se describe como una chica loca, extrovertida y segura de si misma en varios aspectos. Sin embargo, se echa de ver un halo de inseguridad ...