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sábado, 2 de octubre de 2021

La Chica De Los Cuentos Cortos

 Se describe como una chica loca, extrovertida y segura de si misma en varios aspectos. Sin embargo, se echa de ver un halo de inseguridad en lo que mejor le sale. Si me preguntan diría que es más bien un escudo, para evitar que la vida le de más golpes.

Con sus veintitantos, cerca de los treinta, parecía una niña de diez cuando se ponía a hacer lo suyo. Disfrutaba tanto inventar sus cuentos...aunque tengo la leve sospecha de que esos cuentos solo los modifica porque son cosas que bien pueden pasarle a ella.

Imaginate a una niña de cinco años jugando a la cocinita o a las muñecas, en su mundo. Cargando arena o lo que encuentre en sus ollitas de plástico o haciendo que una de sus muñecas camine en la más elegante pasarela de París. En su mente todo es real y fantástico. Sus pupilas dilatadas, su sonrísa orgullosa, o mordiéndose el labio inferior en signo de la más profunda concentración.

Pero de repente alguien la interrumpe y se asusta, vuelve a la realidad y se siente de nuevo pequeña. Obvio la vida sigue y todo normal pero se le queda el buen sabor de boca de esa nueva y emocionante experiencia.

Asi era ella, una niña dentro de una mujer adulta. Sabía lo que quería y no estaba dispuesta a aceptar menos de lo que merecía. Pero era justa, tampoco daba menos de lo que podía y si sabía que no podría dar su cien porciento mejor no daba nada.

En fín, ella era así e inventar cuentos cortos era su pasión. Claro que no solo hacía eso, también tocaba instrumentos y de vez en cuando lloraba en soledad, trabajaba en sus tiempos libres y contaba cuentos en su trabajo. Todos la apreciaban, sabía hacerse querer. Era de esas personas que enseñan cómo disfrutar de la vida.



lunes, 8 de julio de 2019

Ella

Ella es sinónimo de libertad.

Ella es claridad y sinceridad. Es presencia, fortaleza, fuerza...

Ella sonríe con su mirada y su mirada sonríes. Ella es frío pero a la vez calor.

Ella es silencio, pero de esos silencios de paz, es quietud, y en su quietud una catástrofe...ella es ternura pero a su modo, tan original, tan suyo...

Ella es peso, pero de ese peso que te hace sentir seguro, ¿Como lo que sientes cuando te tapas con la frazada más pesada en invierno? Justo así.

Ella es de esas personas que te inspiran a seguir adelante sin importar qué ni cuánto. Es de esas personas que te hacen sonreír aunque se haya convertido en recuerdo.

Ella es de esas personas que conoces para siempre, de las que no se olvidan.

Abismo De Dolor


Hoy he vuelto a ver a la maldita muerte acercarse…
Esta vez pensé que me llevaría…
Cuando saliste con ella de aquella sala. La abrazabas…
Me dolió…
Le acariciaste el rostro mirándola a los ojos…
Se me hizo difícil respirar…
La tomaste de las manos dedicándole tu más dulce mirada…
El corazón me latió rápido…
Te acercaste un poco más a ella…
Sudé y me resultaba difícil controlar mi cuerpo…temblaba…
La volviste a abrazar…
Sentí que mi corazón estallaría de dolor…
Le diste un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios…
Un fuego abrazador me quemó el alma…
Sus ojos pidieron más…
Tuve miedo, el pavor se apoderó de mi ser…
Tú accediste, la besaste en los labios…
Mis ojos se humedecieron al instante, mis lágrimas descendían por mis mejillas hasta perderse en el suelo seco…
Cerraste los ojos, disfrutaste aquel momento…
Cerré los míos…me desvanecía…me di por vencida…
Escuche un sonido muy agudo…
Volviste a la sala…la llevaste contigo…
Me salvaste…

Cual Pluma

Es elegante y de presencia feroz y briosa como un caballo salvaje de sangre pura en libertad, pero de apariencia frágil cual pluma. Pluma blanca danzante.

Y me preguntarán:

-¿Porqué blanca?

Y responderé:

-Por su alma. Pura, noble y transparente.

Es como una pluma danzando sobre el papel, dejando poesía tras sus pasos, delicados pero precisos.
Es también como la pluma en su suave vuelo hacía la superficie de un abismo, siempre flotando a su ritmo, sin apuros, sin tapujos.

Tan sublime...tan ella...

Tan angelical.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Espejismo Sentimental

Sentir que te había olvidado no es más que un espejismo sentimental en el desierto de mi soledad.
Espejismo creado por mi mente, por el deseo de olvidarte. No, por el deseo y la necesidad de evitar la sed de tu amor que por cierto, y lo sabes porque te lo he dicho. No lo has saciado jamás. Porque todo el tiempo del mundo no basta pasar a tu lado para llenarme de ti, porque siempre querré más, siempre.

Pensé, incluso llegue a creer, que te había olvidado. Sin embargo, el fantasma de nuestro amor me sigue visitando en las noches, en el día. Descaradamente, recordándome a ti. Abriendo de nuevo la herida, haciendo desaparecer el espejismo que mi mente había creado y haciéndome sentir de nuevo el dolor de ver el abismo, la distancia inacabable, el muro de acero, de cristal puro e irrompible que construiste entre nosotros con tus mentiras para tu posterior despedida y mi destierro
de tu vida.



miércoles, 1 de noviembre de 2017

Mis ganas

Hoy solo tengo ganas de llorar, de llorar desconsoladamente hasta secarme. Y me pregunto por qué, ya que no me ha ocurrido nada malo en estas fechas, no hay razón aparente de mi inesperada tristeza.

Hoy solo tengo ganas de llorar, de llorar por aquella vez  que descubrí que tengo padres adoptivos, por aquella vez que me separé de mi mejor amiga en la escuela porque me habían mudado de turno, por aquella vez que se rieron de mí por no saber pronunciar una palabra larga mientras leía en frente de mis compañeros. Hoy solo tengo ganas de llorar porque me enamoré por primera vez y casualmente no fui correspondida. 

Quiero llorar porque el chico que me gustaba no me dirigía la palabra. Quiero llorar por aquella vez que mi padre me pegó hasta romperme la carne, por aquella vez que quise ver las estrellas y el cielo estaba cubierto de nubes. Quiero llorar por las veces que trataba de mandar un mensaje a esa persona importante y resultaba que no tenía señal o saldo.

 Hoy quiero llorar por aquella vez que perdí a mi abuelo, porque perdí a mi abuela. Hoy quiero llorar por aquella vez que perdí a mi mejor amiga por un mal entendido. Quiero llorar por aquella vez que descubrí que me mintieron, por la vez que tomé una decisión de la cual me arrepentí cinco minutos después y ya no podía cambiarla.

 Hoy quiero llorar por todas las veces que me callé cuando en realidad solo quería gritar. Hoy quiero llorar por haber elegido a la persona equivocada, por haber perdido la única oportunidad que tenía con el amor de mi vida. Hoy solo tengo ganas de llorar…de llorar por todas aquellas veces que tuve que ponerme la armadura y vencer al dragón sola para poder salir de la torre.

Hoy quiero llorar por todas las veces que sonreí mientras por dentro me derrumbaba a pedazos.


Hoy solo tengo ganas de llorar…


Musa

La añoranza…dolor, estúpido sentimiento que te debilita y destruye el corazón y el alma fragmentándolos en miles de pedazos, los cuales tal vez se vuelvan a unir pero dejan cicatrices, imborrables…

Maldita distancia que no me permite tocarte, malditos sean los kilómetros que nos separan, no puedo decirte todo lo que siento, simplemente las palabras me parecen muy poca cosa en comparación de lo que mi cuerpo puede demostrarte, mis acciones esperan casi desesperadas por mostrarse y deleitarte con todo el amor que irradiará mi corazón una vez que estés aquí, conmigo, en mis brazos.

Mis brazos necios que una vez que te tengan no te soltarán, ¡Dios mío! ¿Será posible que éste dolor de mi cuerpo no cese hasta poder sentirte conmigo? Así como tú me pintas en tus pensamientos, con recuerdos y alucinaciones, así yo te pienso, así yo siento que cada segundo que pasa se vuelve más letal que el que acaba de pasar, tal vez no creas mis palabras, tal vez mis “te amo” no basten, no se lean muy convincentes, pero las letras no pueden demostrarlo todo, no si uno no quiere, no si uno no puede, no si como en mi caso, las palabras no bastaran para describir los sentimientos más profundos del alma.

Tal vez no creas que te amo pero yo lo creo y una vez que te encuentre en mis brazos te lo haré creer. No, no hablo de sexo, no hablo de coito, hablo de amor, hablo de ese sentimiento hasta ahora con infinitas definiciones y ninguna lo suficientemente grande para describirlo con exactitud, o al menos no describe aun lo que mi cuerpo siente cuando mi mente piensa en ti y mi alma me sacude tratando de salir de este conjunto de carne, hueso y sangre para volar junto a ti.

El tiempo, otro factor ¿influyente?, no lo sé, no sé ni siquiera que es esto que escribo, tal vez sea por la desesperación que me provoca el no saber de ti en este momento, tal vez sea la desesperación de no verte, de no poder recordarte que tan fuerte es este afecto que siento hacía tu persona, tiempo…horas, minutos, segundos…No, meses, no…año….años…

Mi razón, mi lógica se burla en mi cabeza de mis pensamientos y de mi desesperación, pero no quiero hacerle caso alguno, no quiero y no lo haré, no quiero perder el hilo, sé que ya lo perdí pero prefiero pensar que no, “me vuelves loca”, te lo he dicho y me lo has dicho, pero ahora enserio…me vuelvo loca, loca sin poder hacer absolutamente nada, loca pensando en que estarás haciendo, que estarás pensando…y de nuevo la voz de la razón en mi cabeza con su risa burlona, pero no te preocupes, la ignoro siempre, no me importa.

Leo y releo nuestras largas, muchas veces cursis y apasionadas conversaciones buscando consuelo,  no sirven de mucho pero sirven para recordarme constantemente que en algún lugar del mundo estás tu, una persona que me desea tal cual soy, alguien que me acepta con mis errores, los cuales muchas veces yo misma no los soporto. No puedo dormir, pienso en ti, musa de mi inspiración, no tengo nada más que hacer y no quiero hacer otra cosa que pensarte, imaginarte aquí a mi lado y susurrarte en mi desolada realidad que te amo más que a mi propia vida. Musa mía, ¿Dónde estás? ¿Dónde puedo encontrarte en este momento de agonía? Eres la única capaz de curarme esta herida dolorosa que se produjo luego de un tiempo sin hablarte, solo tú me puedes salvar de la muerte ahora, porque ahora tú eres mi vida.

Siento que esta agonía sin ti terminará pronto, pero terminará conmigo más que otra cosa, estoy perdiendo la cordura, muchas veces me descubro a mí misma hablando sola en las noches, miento, todo el día a cada rato hablo contigo, musa mía, sí, mía y de nadie más. No soy capaz de verte siendo de alguien más que no sea yo, no tengo la capacidad de pensarte en los brazos de nadie que no sean los míos, sonrío al verme desesperada hundida en estos celos que me ciegan muchas veces y me hacen ser egoísta hasta contigo, musa, soy celosa, lo admito y mi celo es enfermizo, siento celos incluso de la ropa que traes puesta porque ellas tienen el privilegio de abrazarte completa sin siquiera ser camufladas y yo aquí sin saber nada de ti…

Hay tanto que quisiera decirte, hay tanto que quisiera expresarte, tengo tanto que mostrarte, estas lagrimas caprichosas que no quieren volver a mi interior o quedarse dentro son una más de las manifestaciones de mi carne gritando por la tuya, pero de nuevo la razón se ríe en mi mente y nuevamente es ignorada por los sentimientos que inundan mi cuerpo.


Las líneas de esta hoja esperan sedientas, más mi mente cansada, siendo las tres y cuarenta y seis de la madrugada del siete de noviembre del dos mil trece, en la ciudad de Caaguazú, en el Barrio San Lorenzo, en mi casa, en mi cuarto, en mi cama. Desea cerrarse a la realidad y abrirse a los sueños donde moriré a medias en los brazos de Morfeo quien tal vez me haga soñar una vez más y tal vez despierte como la mayoría de las veces, bañada en sudor y con miedo, con las pupilas dilatadas y luchando por una bocanada de aire. Buenas noches, musa…


Para toda la vida

Es increíble como un cuerpo puede estar adaptado a otro que nunca antes había sentido… y duele, el cuerpo duele suplicando por el otro tras los kilómetros de distancia que los separa…en cambio el corazón late fuerte con solo los ojos ver unas letras provenientes del otro cuerpo que llama al que duele.

El alma por otro lado, junto con la mente, se mantienen todo el tiempo con el alma y la mente del otro, tranquilos, sabiendo que en algún punto de sus vidas, esos cuerpos por fin se toparán y se unirán de tal manera que nunca más se volverán a dejar, incapaces de permanecer más de veinticuatro horas distantes el uno del otro, quedaran sellados por el amor que profesaran ante un simple pero eterno testigo.


La luna…brillará en lo más alto del cielo la noche en que estos cuerpos se entreguen mutuamente y el dolor desaparezca de uno y la añoranza del otro. La pasión correrá por la torrente sanguínea de ambos uniéndolos cada vez más mientras el placer los haga desvariar excitándolos cada vez más hasta que juntos alcancen la gloria tan anhelada por ambos y luego, cuando todo esté escrito por primera vez, se quedaran dormidos exhaustos hasta despertar de nuevo mirándose a los ojos recordando por qué están en ese lugar, y el mismo motivo los seguirá haciendo empezar el día de la misma manera por el resto de su vida…y por el resto de su muerte.


Miénteme

Dime que me amas, que sin mí no puedes vivir, que soy tu aire, que quieres ver mis ojos al despertar, que quieres que mis labios sean los que te den los besos de buenas noches, dime que no puedes olvidarme, que lo has intentado pero que no puedes, que no puedes y que no quieres hacerlo porque soy tu vida, soy tu razón de ser, por favor dime que me amas…

Dime que te da pena hablarme porque tienes miedo de tartamudear, dime que tiemblas de solo pensar que te hablo, dime que me escribes poemas en secreto, dime que suspiras pensando en mi con cada canción que escuchas, dime que piensas en mi todo el día todos los días, por favor dime que me amas…

Dime que me extrañas, dime que tu corazón solo me pertenece a mí, dime que tu amor es tan grande que no tiene comparación, dedícame los poemas más cursis que has leído a escondidas pensándome, por favor, dime que me amas…

Dime que te pasas horas imaginándonos juntos, cuéntame todas las hazañas que hacemos en tu mente, dime que cada vez que me miras te enamoras más de mí, que sin mí no eres el mismo de siempre.

Dime que me abrazarías hasta el fin del mundo, que me besarías hasta que nuestros labios se sacien, confiesa que me harías el amor hasta que se fundan nuestros cuerpos, confiesa que sacias tus deseos pensándome, por favor dime que me amas…


Miénteme y dime que soy lo que más amas en tu vida, miénteme y dime que el sol sale justo detrás de mi cada día, dime que no me mientes cuando dices que me amas, aunque lo hagas, por favor, dime que me amas…


Sentimientos plasmados

Y entonces sientes las ganas inmensas de escribir, de decir lo que sientes, de escribirlo porque si no, estallaras y todos pensaran que estás loco si lo haces.

Entras en tu cuarto, te sientas en frente de tu escritorio, tomas papel, lápiz y lo primero que te viene en mente es: ¿cómo empezar a narrarlo? ¿Cómo empiezo a escribir y darle sentido a mis sentimientos que solo se describen con palabras sueltas y sin sentido?, ¿cómo ensamblarlas y darle una forma entendible?, desahogarme de una manera “sana”,  como dirían mis amigos…

Sin darte cuenta empiezas a escribirlo, tus dedos empiezan a mover el lápiz mientras tus pensamientos se agrupan creando una línea de palabras que tus dedos reconocen como música y danzan plasmándolas sobre el papel que instantes antes se encontraba en blanco.

Poco a poco toda esa ira, todo ese rencor, dolor, pena, angustia, dolor, ira, rencor, dolor, dolor, dolor, ira, rencor y dolor… van desapareciendo lentamente tras cada línea que tu lápiz termina mientras danza sobre el papel, sientes que de a poco el nudo en tu garganta se desata, que te descongestionas y respiras de nuevo, lento, poco, pero respiras…sientes que de nuevo puedes caminar, puedes mover tus brazos, puedes mirar y oír de nuevo tus canciones como lo hacías antes y te gustan nuevamente, puedes relajarte. No, aun no sonríes pero puedes sentir, puedes respirar, puedes seguir viviendo, soportando, sobreviviendo.

Sabes que el dolor vence todos los días, toda la vida, pero también sabes que puedes volver a escribir al final del día y despertar para sobrevivir al día siguiente, puedes dejar que tu lápiz baile entre tus dedos sobre el papel y descongestionarte nuevamente todos los días, después de que el dolor venza. Puedes volver a respirar, poco, pero respirar de nuevo por las noches mientras esperas la hora de luchar, de sobrevivir…

Cuando te das cuenta que el espacio en blanco se va terminando y tu mente no puede seguir ensamblando palabras, cuando ya no cabe ni un solo punto en la hoja y la música termino para tus dedos. Vuelves a limitarte en los pensamientos, las palabras vuelven a soltarse y a carecer de sentido. Te estás durmiendo, los términos escasean y solo se van repitiendo en tu mente mientras todo se vuelve oscuro y menos nítido, no hay otro color más que el negro, no hay melodía más que el eco de palabras sueltas vueltas susurro…

Dolor…cansancio, sueño, descanso, hola…adiós.


martes, 31 de octubre de 2017

Los cuervos de la noche


Eran aproximadamente las 23 horas en una lejana y peculiar ciudad, en las afueras de Ámsterdam cuando a oscuras los cuervos esperaban a su presa. Ellos muy bien camuflados en la oscuridad de la noche y detrás de unos de los árboles más grandes del lugar, se mantenían alerta ante cualquier situación o peligro.

De pronto se escucharon unos pasos cada vez mas cerca y claros, “los de la noche”, agudizaron sus sentidos y cada vez más impacientes por poseer aquel gran botín, ya que a simple vista se notaba la exquisitez de aquellos brillantes que traían consigo esos pasos.

Una vez que estas pisadas sonaron apresuradas, un chasquido de dedos bastó para que los cuervos actuaran. Lo primero que pidieron fueron los brillantes y ya que la castaña se resistió, no dudaron un segundo en usar la violencia; primero el abdomen y obtuvieron lo que querían, segundo las piernas y los brazos para así apoderarse de la pequeña pero gran bolsa de mujer al juzgar lo que contenía; y por último, ya que eso les parecía poco, decidieron apoderarse también de su dignidad.  Prosiguieron con rasgarle su delicado vestido de noche y luego de insultarla con las peores palabras que se pudiera imaginar, cada uno sació su cuerpo y cuando ya el ultimo terminó se dieron en fuga dejando a la mujer ensangrentada, adolorida y con moretones en todo el cuerpo. Apenas podía ponerse de pie pero al fin lo hizo.

La joven estaba desnuda bajo la noche más oscura, solitaria e inacabable de su vida, <<¿me voy  a dar por vencida?, ¿luché toda mi vida para morir así?, ¿iba a morir, con dolor, sangre y desnuda en medio de la más horrible pesadilla de mi vida?, ¿este era mi gran destino?, ¿pasé tantas dificultades en mi vida para cumplir este destino y morir de esta forma?>> pensó la mujer cuando desde lo más profundo de su ser sacó las últimas fuerzas que le sobraban para que un –¡No!-salga de sus labios y la llenara de fuerza y valor para de esa manera poder llegar paso a paso a su casa que quedaba a unos pocos kilómetros de aquel horrible lugar.

Una vez que llegó a su casa, se limpió y vistió en un santiamén, y corrió a la estación de policías más cercanas en busca de justicia.
 Al llegar a dicho lugar, declaró todo lo que había sucedido y el comandante pronunció la única frase que al parecer sabía, ya que era la respuesta a todos los que se acercaban a él con el mismo fin: “veremos qué podemos hacer, esto se hará justicia. No se preocupe.”

La joven salió decepcionada del lugar ya que el comandante no le había dado un buen resultado <<justicia, ahora la justicia no existe, que ignorancia la mía, justicia haré yo…>> pensó la castaña mientras volvía a su casa frustrada y cansada.

A la mañana siguiente, agarró un arma y fue a un lugar desierto para practicar su puntería, empezó a disparar por todos lados, luego sacó de la cajuela del auto que le habían prestado, unas botellas que encontró, al parecer su amiga era un poco viciosa. Las acomodó en una línea, una al lado de otra y empezó a disparar a cada una de ellas, eran diez, de las cuales seis permanecieron paradas y las otras cuatro partidas en pedazos. Las que quedaron paradas, las acomodo nuevamente pero esta vez frente a un árbol y disparó de nuevo logrando que estas seis botellas cayeran con solo seis tiros, uno a cada una. La mujer simplemente sonrió y se marchó.

Eran aproximadamente las 20:30 horas en la lejana y peculiar ciudad, en las afueras de Amsterdam, cuando a oscuras la mujer esperaba a “los cuervos de la noche”, bautizados con ese nombre por ella misma. La mujer se encontraba sobre el mismo árbol bajo el cual había perdido lo más suyo que podía tener: su dignidad.

De un momento a otro, escucha unas voces muy familiares, sin dudarlo dos veces, carga el arma con delicadeza y sigilo, los cuervos habían llegado. La mujer sin vacilar tiró del gatillo y empezó a disparar. El plomo atravesó el cuello, abdomen y uno último en uno de los ojos de cada uno de ellos dejándolos sucumbir bajo el dolor antes de fallecer.


La mujer con una sonrisa en los labios dijo: -Justicia- y se largó.



La Chica De Los Cuentos Cortos

  Se describe como una chica loca, extrovertida y segura de si misma en varios aspectos. Sin embargo, se echa de ver un halo de inseguridad ...